Carta Abierta a Raniero Cantalamessa: Los Cristianos Evangélicos no somos "Idólatras"

Estimados lectores, hoy he visto un vídeo y que verán al final de este breve artículo en el que aparecen Marcos Witt y el jesuita Raniero Cantalamessa. Este último ha comentado que los protestantes hemos rechazado a María, la madre de Jesús. Me gustaría contestar a través de este blog personal que tengo en  LA LUZ DE ELOHIM.

Sr. Cantalamessa, los cristianos evangélicos no rechazamos a María, ella fue la Madre de Nuestro Señor Jesucristo y merece todo nuestro respeto ya que ella fue bienaventurada. Nosotros, los Cristianos Evangélicos no la adoramos porque sólo a Jesús debemos hacerlo. María fue elegida por Dios para que concibiera al Salvador del mundo y así fue.

Ustedes veneran e idolatran a María, dejando en un segundo plano a Jesús. No hay más que ver que en las iglesias católicas tienen muchas imágenes de santos y santas, también tienen imágenes del supuesto Jesús. Ustedes lo recuerdan crucificado en la cruz, nosotros los Cristianos Evangélicos tenemos sólo la cruz, vacía, significando esto que Jesús resucitó y está VIVO. Decirle por si no lo sabe que en el Santo Sepulcro hay una inscripción que dice:

ÉL NO ESTÁ AQUÍ PORQUE ÉL HA RESUCITADO

Por el mismo motivo no tenemos a Jesús en la cruz.

¿Usted no ha leído La Biblia? Las Sagradas Escrituras nos dice que no adoremos a imágenes hechas por los hombres. Mire usted en Baruc 6 y finalmente en Apocalipsis (Revelación) 22:15, bueno, no se moleste en buscarlo, se lo pongo aquí: Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, LOS IDÓLATRAS, y todo aquel que ama y hace mentira. 

Visto lo visto ¿pretende usted que los Cristianos Evangélicos adoremos a María? ¿Pretende usted que busquemos a Jesús por medio de ella?

No señor, nosotros buscamos a Jesús por medio de La Biblia y a través de Jesús llegamos al Padre. Analice y estudie este verísuclo que le pongo a continuación:

Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 

Es decir, que ustedes buscan a Dios a través de María, la madre de Jesús y ese no es el camino correcto.